Una oscura realidad...

Los niños son el futuro de una Nación. Son el motor que diariamente nos depositan las fuerzas suficiente para superarnos cada día y para buscar las herramientas necesarias que nos ayuden a crear un futuro más coherente, basado en principios y valores.
Sin embargo, en la Argentina y en el mundo muchos de ellos se ven sumergidos en la oscuridad profunda. Deben enfrentarse diariamente con problemáticas sociales que le afectan en su desarrollo psíquico y físico.
Algunos son sometidos a las duras practicas irresponsables y macabras de gente que no posee inteligencia suficiente para darse cuenta que estas pequeñas semillitas crecerán en esta sociedad y que el día de mañana serán grandes árboles que darán sus frutos buenos o malos, dependiendo de la vivencia que hayan tenido.
Son miles las consecuencias que debe afrontar un niño por las malas conductas ejercidas por la gente adulta que no logran percatarse del daño emocional que le causan. Ante esto, se crearon diferentes entidades que se encargan de preservar y cuidar su salubridad, que buscan que su derechos sean respetados y de defenderlos y protegerlos ante cualquier atentado.
Quizás ellos no comprenden este mundo que gira rápido y sin control basado en el individualismo, el egoísmo y en la riqueza económica a cuesta de todo. Seguramente ellos se preguntaran, con lagrimas en los ojos, el por qué de tantas incoherencias que le toco vivir y lamentablemente no encontraran respuestas por parte de nadie. Probablemente, disimularan su dolor ante la inocencia que emanan desde lo más profundo de sus corazones.
Debemos tomar conciencias de que se debe resguardar esas pequeñas almitas, tenemos que protegerlas, sacarlas de la oscuridad en la que están sumergidas y exponerlas libremente a la luz de una vida sana basada en el amor y la paz[AQ1] .

[AQ1]