Un año atrás, un 28 de septiembre en el camping John Goodall de Rio Grande, Sofía Jazmin Herrera fue vista por última vez. La tarde era soleada y la familia de la pequeña fue con vista a disfrutar del día. Jamás se iban a imaginar que ese día se convertiría en el comienzo de su peor pesadilla. Nunca se imaginaron que desde esa tarde comenzaba una lucha terrible contra la desesperación de poder volverse a reencontrar con su hija.
Sofía tenía 3 años, cuando ante el descuido inocente de sus padres la menor desapareció como por arte de magia. Ante el nerviosismo comenzaron la búsqueda en los alrededores del camping. Pasadas las 24 horas de desaparecida, el rastreo se expandió a 5 kilómetros a la redonda acompañado de un gran operativo de búsqueda.
Luego de las 48 horas de la desaparición, el Gobierno de la provincia ofreció una recompensa de 30 mil pesos para cualquier tipo de información sobre el paradero de la pequeña. Después de un mes, el Gobierno Nacional dio aviso de una suma de 70 mil pesos por cualquier dato que se dé sobre la misma. Finalmente, con la colaboración de entes privados, más los anteriormente nombrados, la suma se extendió a 160 mil, sin embargo nunca se supo nada que colaborara con la investigación.
Desde la desaparición, no se conocieron datos certeros. Procediendo con las investigaciones y la búsqueda de pruebas y datos concretos, solo se logro dar con la declaración de un menor que se encontraba presente en el camping y que dijo haber visto un auto estacionado a la salida del lugar y que un hombre descendió del mismo y rapto a Sofía. Otra de las pistas a seguir, fue que existía una posibilidad de que se encontraran en el País vecino de Chile, ante tales notificación se envió una comitiva de investigación para continuara la ardua tarea de averiguación, pero nada se supo.
Hoy, ya cumplido un año de aquel triste día de septiembre, para recordarla se realizaron marchas en reclamo de su pronta aparición y los diferentes medios de prensa y de opinión pública brindaron su apoyo. Hasta la fecha, las organizaciones de Missing Children junto con la INTERPOL continúan con la búsqueda incesante a nivel internacional. Hoy el país, acompaño a la familia Herrera que continua con la esperanza de volver a reencontrarse con su hija sana y salva.
Sofía tenía 3 años, cuando ante el descuido inocente de sus padres la menor desapareció como por arte de magia. Ante el nerviosismo comenzaron la búsqueda en los alrededores del camping. Pasadas las 24 horas de desaparecida, el rastreo se expandió a 5 kilómetros a la redonda acompañado de un gran operativo de búsqueda.
Luego de las 48 horas de la desaparición, el Gobierno de la provincia ofreció una recompensa de 30 mil pesos para cualquier tipo de información sobre el paradero de la pequeña. Después de un mes, el Gobierno Nacional dio aviso de una suma de 70 mil pesos por cualquier dato que se dé sobre la misma. Finalmente, con la colaboración de entes privados, más los anteriormente nombrados, la suma se extendió a 160 mil, sin embargo nunca se supo nada que colaborara con la investigación.
Desde la desaparición, no se conocieron datos certeros. Procediendo con las investigaciones y la búsqueda de pruebas y datos concretos, solo se logro dar con la declaración de un menor que se encontraba presente en el camping y que dijo haber visto un auto estacionado a la salida del lugar y que un hombre descendió del mismo y rapto a Sofía. Otra de las pistas a seguir, fue que existía una posibilidad de que se encontraran en el País vecino de Chile, ante tales notificación se envió una comitiva de investigación para continuara la ardua tarea de averiguación, pero nada se supo.
Hoy, ya cumplido un año de aquel triste día de septiembre, para recordarla se realizaron marchas en reclamo de su pronta aparición y los diferentes medios de prensa y de opinión pública brindaron su apoyo. Hasta la fecha, las organizaciones de Missing Children junto con la INTERPOL continúan con la búsqueda incesante a nivel internacional. Hoy el país, acompaño a la familia Herrera que continua con la esperanza de volver a reencontrarse con su hija sana y salva.
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